La Memoria a la venta: Colonia Dignidad y su herencia de violación

Por Ana Paula Brito [1]

La Memoria a la venta: Colonia Dignidad y su herencia de violación

Durante una temporada de investigación para mi tesis de doctorado sobre la recuperación de sitios de memoria en el Cono Sur, tuve una charla con Margarita Romero, quien fue presidenta de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, el primer centro clandestino recuperado en Latinoamérica, y hoy es presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad. En nuestra charla pude conocer un poco más sobre lo que fue este lugar de horror que sigue siendo poco conocido en nuestro continente.

Hablar sobre lo que fue Colonia Dignidad empieza con nombre y apellido, Paul Schäfer, un pederasta alemán que llegó a Chile en 1961 después de huir de Alemania donde era acusado de abusos sexuales a menores. Schäfer, que tenía una formación militar, del período en el que sirvió al Ejército Nazi, llega a Chile junto con algunos seguidores suyos, incluyendo niños cuyos padres pensaban que se trataba de un viaje corto y por ello permitieron que sus niños viajaran con Schäfer. Al llegar a Chile, crea la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad y, gracias a la estrategia de relaciones públicas que ocultaban lo que realmente ocurría en el lugar, la “institución” fue legalizada y comenzó a recibir apoyo público del gobierno chileno por su fachada de institución de beneficencia.

En el lugar, por años, fueron llevados a cabo crímenes de lesa humanidad: secuestro de niños y adopciones fraudulentas, abusos sexuales, trabajo esclavo, privación de libertad, torturas con electroshocks, psicofármacos, esterilizaciones y otros castigos crueles, tráfico de armas y asesinatos. Schäfer dirigía el lugar como el representante de un dios que exijía mucho trabajo, ninguna interacción sexual entre los colonos y obediencia total a su “representante”.

1991 febrero 24 – La Época – Roberto Thieme reconoce que se utilizó ayuda logística de Dignidad en el Golpe
24 de febrero de 1991 – La Época

Durante la dictadura cívico-militar en Chile, el lugar fue un brazo de la represión a civiles y funcionó como un centro de inteligencia, capacitación y exterminio, recibiendo visitas de militares como Manuel Contreras (que fue director de la DINA) y el proprio Pinochet. Hasta hoy no se sabe cuántos civiles estuvieron detenidos en el lugar, ni tampoco los nombres de los que desaparecieron. Se estima que al menos 100 personas que estuvieron detenidas allí fueron hechas desaparecer desde ese lugar.

“Cada vez que se habla de Colonia Dignidad, la gente se sorprende del horror que allí se vivió, se sorprende de cómo es posible de que haya existido y que a través de tantos gobiernos, incluso gobiernos democráticos, esto ha podido seguir desarrollándose hasta finales de los años 90”.
Margarita Romero

Los sobrevivientes que lograron escapar de los alambres electrificados de Colonia Dignidad hicieron denuncias públicas sobre lo que funcionaba ahí. Uno de esos denunciantes es Wolfgang Keneese, un alemán que después de tres intentos logró ser el primero en huir de la Colonia de esclavitud y torturas. Paralelamente, un proceso continuo de denuncias contra Paul Schäfer y sus cómplices jerarcas, fueron llevados a cabo en Chile y en el mundo a través de denuncias ante la Organización de Naciones Unidas, Amnistia Internacional y otros organismos. El apoyo político con el que contaba Schäfer para mantener su impunidad no fue suficiente y, en 1997, él huye para Argentina donde permanece hasta su detención y extradición a Chile en 2005. Condenado por varios delitos, muere en la cárcel en 2010.

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En el año 2014, se crea la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, integrada por abogados, investigadores, ex presos políticos, familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos y sobrevivientes de Colonia Dignidad. Esta Asociación hizo una demanda civil de reparación simbólica a las víctimas, y solicitó la protección de los espacios donde sucedieron los hechos criminales. En marzo de 2016 el Consejo de Monumentos Nacionales anunció que el lugar sería declarado Monumento Nacional.

“Hoy en día es un Patrimonio Nacional que tenemos que defender, pero ese Patrimonio Nacional tiene historia y por lo tanto nos gustaría poder recuperar toda esta historia, poder transmitirla con el objetivo principal de que invite a los chilenos y al mundo entero a reflexionar sobre qué son este tipo de lugares y que los crímenes que allí se cometieron no pueden volver a repetirse”.
Margarita Romero

El hecho de solicitar que lugares como Colonia Dignidad tengan el reconocimiento como Patrimonio o Monumento ha sido, en el continente latinoamericano, una estrategia de las organizaciones de derechos humanos para preservar de alguna manera, la historia de lo que pasó en el lugar.

En el caso brasileño, que hasta hoy sólo tiene cuatro lugares de memoria de la dictadura civico-militar recuperados[2], esta estrategia ha sido la manera de preservar la historia de otros lugares aún no recuperados como sitios de memoria. Éste es el caso del antiguo DOI-Codi[3] en la ciudad de São Paulo, que fue el centro de tortura y asesinatos nombrado como “sucursal do inferno” por los sobrevivientes brasileños. En el caso de Colonia Dignidad, el reconocimiento como Monumento Nacional no fue sencillo ni pacífico, pues muchas disputas y conflictos en torno a la memoria que se quiere preservar sobre el lugar siguen en juego, incluso dentro de las dependencias de la ahora nombrada Villa Baviera.

“Ese lugar pertenece todavía a las diferentes sociedades que se conformaron en el interior de Colonia Dignidad y que son sociedades que están dirigidas por los hijos de los jerarcas que fueron quienes cometieron los crímenes en Colonia Dignidad. Eso hace que este lugar sea todavía un lugar bastante difícil de entender sociológicamente, en la medida que ahí están estos hijos de jerarcas que siguen dirigiendo una comunidad que tiene todo el poder político y económico. Es una comunidad que permanece todavía bastante aislada de la sociedad chilena y eso permite que esos hijos de los jerarcas sigan ejerciendo un poder sobre esa comunidad, al punto de manipularlos en sus necesidades básicas”.
Margarita Romero

Lo que afirma Margarita Romero tiene respaldo –sobre todo- en una propuesta obscena que hicieron esas sociedades a los colonos en un intento por comprar sus memorias, historias de vida y los derechos de sus imágenes, a cambio de una promesa de hacer los “mejores esfuerzos” para “entregar el dominio de un predio de una superficie total de no menos de cinco mil metros cuadrados, ubicado en el sector de su propiedad”. El “objeto” de la cesión regulaba el “Derecho exclusivo sobre el uso de su imagen y de sus nombres” y el “Derecho exclusivo para hacer uso de sus historias de vida”. Los herderos de los jerarcas que vieron que sus padres robaron la dignidad y parte de la vida de esos colonos, ahora intentaron robar lo que resta de esa “vida”: las memorias de la gente.

Este absurdo intento de comprar las memorias, buscaba impedir el conocimiento de la verdad histórica sobre lo que alli se vivió con la obligación del silencio forzado a los colonos. Si hubiesen firmado el contrato, se habrían dificultado las investigaciones sobre los crímenes de lesa humanidad ocurridos, los colonos habrían reforzado la impunidad y no hubieran podido hablar nada sobre lo que vivieron o vieron en el lugar con terceros. Tampoco sobre este contrato que tenía “Obligación de Confidencialidad” entre las partes. La alerta de lo que significaba el contrato fue realizada por el abogado y ex víctima de Colonia Dignidad Winfried Hempel, que lleva a cabo denuncias públicas de los crímenes ahí ocurridos. Felizmente, no se sabe de ningún colono que haya firmado este contrato.

En abril de 2016, los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania sobre Colonia Dignidad fueron desclasificados y abiertos, pero los archivos del Estado Chileno siguen cerrados para consultas, sobre todo los que están en poder de la justicia. La importancia de la apertura del aceso a los archivos es fundamental para el desarrollo del conocimiento histórico de lo que sucedió en Colonia Dignidad. En el caso brasileño, cuando el gobierno decide -después de intensa presión publica- crear la Comisión Nacional de la Verdad, se había establecido previamente la ley que regula el acceso a la información, hecho fundamental para que la Comisión funcionara. Aún así, es necesario decir que el informe final del organismo poco avanzó sobre los crímenes ocurridos en el país desde 1964 hasta 1985. En el caso de Chile, queda la duda sobre los intereses por mantener cerrado el acceso a los documentos de Colonia Dignidad, sobre todo los archivos judiciales.

Colonia Dignidad sigue siendo un tema complejo y poco abordado en Chile y, como dice Margarita, la gente se sigue sorprendiendo  con los crímenes ocurridos ahí durante años. En septiembre de 2015, el director Florian Gallenberger estrenó la película “Colonia”, un drama interpretado por Emma Watson y Daniel Bruhl que ocurre en el interior de Colonia Dignidad durante la dictadura chilena, en 1973. Hubo rumores de que la película no sería exhibida en los cines nacionales chilenos, y hasta la publicación de esta nota, no está en ninguna cartelera de los cines comerciales nacionales. Por ello, organizaciones como la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, decidieron proyectar la película de forma gratuita. La actividad tuvo una excelente recepción y una gran cantidad de gente hizo largas filas para ver la exhibición y participar del debate que siguió con la antropóloga Loreto López, colaboradora de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad.

Los intereses de comprar la memoria y renovar los intentos de borrar las verdades históricas que asolaron nuestra América Latina siguen vigentes en nuestro continente. Por eso, cada vez es más importante el establecimiento de memoria, verdad y justicia como Política Pública de Estado. Esperamos que el Estado chileno perciba la importancia de la construcción de un sitio de memoria en Colonia Dignidad, para que las nuevas generaciones chilenas y del mundo sepan que lo que pasó ahí no puede volver a repetirse.


Proceso de solicitud y aprobación de la declaratoria como Monumento Nacional 

Ver solicitud completa

La Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, miembro de la Red en Chile, tiene como uno de sus principales objetivos la recuperación de la memoria histórica del enclave alemán conocido como Colonia Dignidad, uno de los más importantes centros secretos de operaciones y de inteligencia civil y militar, así como centro secreto de secuestro, tortura, desaparición y exterminio de prisioneros políticos durante la dictadura cívico-militar chilena. Un paso importante para cumplir con este objetivo ha sido el proceso de gestión realizado para la protección estatal del Sitio, que busca evitar la transformación o destrucción de los lugares donde se cometieron crímenes de lesa humanidad.

Ver en este blog: Colonia Dignidad: Monumento Nacional – Proceso de solicitud y aprobación

 


Apoyo de la Red Latinoamericana de Sitios de Memoria

Ver texto de la carta

El 18 de marzo de 2016, la Red Latinoamericana de Sitios de Memoria se pronunció en apoyo a la demanda de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad , para la declaratoria de “Monumento Nacional” de los archivos, sectores y lugares de la ex Colonia Dignidad que están relacionados con los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura cívico-militar chilena en dicho enclave.


Avances en la justicia vinculados a Colonia Dignidad

El Estado chileno y alemán ampararon por cerca de 50 años a una organización perpetradora de crímenes de Lesa Humanidad en Colonia Dignidad. A su vez, a pesar de que las víctimas denunciaron de forma reiterada el horror vivido al interior del enclave alemán, los sistemas judiciales de ambas naciones no acogieron de manera eficiente y oportuna las denuncias para frenar las violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, gracias a la acción persistente de las organizaciones de derechos humanos se han logrado algunos avances jurídicos vinculados con el delito de asociación ilícita, desaparición de prisioneros políticos y el secuestro de 54 personas. (Ver más información sobre estos casos judiciales aquí)

 


[1] Doctoranda en Historia Social en la PUC/SP y becaria del CAPES. Directora del Núcleo de Preservação da Memória Política, primera organización brasileña que ingresó en la Red Latinoamericana de Sitios de Memoria. El Núcleo Memoria actúa en distintas áreas de defensa de los derechos humanos, con énfasis en la recuperación de sitios de memoria en la ciudad de São Paulo. Más información sobre el Núcleo Memoria, se puede consultar en: http://www.nucleomemoria.org.

[2] Memorial da Resistência de São Paulo, Memorial da Resistência de Fortaleza, Memorial das Ligas Camponesas y Memorial da Luta pela Justiça (En construcción). Esos lugares solo fueron recuperados gracias a la reivindicación de grupos de la sociedad civil.

[3] Para más información sobre el DOI-Codi, consulte:
http://www.memorialdaresistenciasp.org.br/memorial/default.aspx?c=bancodedados&idlugar=59&mn=59 El lugar fue reconocido como Patrimonio Histórico y Cultural en el año 2014, después de una solicitud del Presidente del Consejo del Núcleo Memoria, Iván Seixas. Desde ese año, colectivos de derechos humanos reivindican que el lugar sea transformado en sitio de memoria. Para saber sobre la actividad realizada en 2016, consultar:
http://www.nucleomemoria.org/#!III-Ato-Unificado-Ditadura-Nunca-Mais/c17q0/573873080cf2684c3dee5bae